lunes, 19 de septiembre de 2016

Dinámicas de Grupo






Son técnicas de discusión verbal cuyo objetivo es debatir sobre un tema o resolver un problema de forma grupal, en un período limitado de tiempo (entre 30 y 45 minutos) y dentro de un ambiente de armonía y respeto.


No depende del equipo al que se pertenece, ni del tema de discusión elegido. En todos los grupos aparecen personas más lanzadas y otras más tímidas. Lo importante es ser uno mismo y defender tu postura con elegancia y firmeza. En la mayoría de los casos, la persuasión, la diplomacia, la empatía y la escucha activa son cualidades mejor valoradas que las muestras de egocentrismo y agresividad.

Existen distintas modalidades de dinámicas de grupo dependiendo de las técnicas empleadas, el número de participantes, el tipo de participantes. Sin embargo, teniendo en cuenta su desarrollo y los objetivos que persiguen podemos agrupar las técnicas más habituales en tres tipos fundamentales:

 1) El foro, la mesa redonda y el debate:


Se trata de tres pruebas muy similares en las que varias personas discuten acerca de un tema determinado. Estas técnicas permiten conocer el punto de vista de distintas personas sobre un tema determinado.

El coordinador suele hacer un resumen en el que presenta el tema de discusión. A continuación, uno a uno, los participantes toman la palabra para hacer una introducción inicial de su opinión o posición respecto a ese tema.
Posteriormente, se abre la discusión y los participantes pueden cruzar opiniones. El coordinador es responsable de repartir el tiempo de forma equitativa entre todos los participantes.

Estas pruebas permiten valorar tres habilidades fundamentales: la capacidad de síntesis, la persuasión y la argumentación con claridad y orden. No se trata de imponer opiniones. Sino de escuchar, y cuando llegue tu turno, argumentar y defender tu postura con respeto y empatía hacia los demás participantes.
En ocasiones, se informa del tema con anticipación a los participantes. En ese caso, aprovecha la oportunidad para prepararlo: recoge toda la información posible acerca de él, define tu postura y los argumentos para exponerla con claridad.

 2) El panel:



Se diferencia de otras técnicas de dinámica de grupo en que no se debate un tema, sino que cada uno de los expositores presenta un punto o aspecto del mismo, completando o ampliando, si es necesario el punto de vista de los otros.
En el panel los integrantes del grupo pueden variar de 4 a 6 personas, cada una especializada o capacitada en el punto que le corresponde.

El coordinador inicia el panel, presenta a los miembros y formula la primera pregunta sobre el tema a desarrollar. Después de que cada uno de los miembros del panel haya intervenido, el coordinador hace nuevas preguntas que puedan ayudar a tocar puntos que aún no se han mencionado.

Luego, al finalizar el tiempo de exposiciones, el coordinador pedirá a los expositores que hagan un resumen de sus ideas y posteriormente el propio coordinador expondrá sus conclusiones finales y dará paso al grupo de preguntas de los miembros del auditorio para los integrantes del panel.



3) Torbellino de Ideas:





Su objetivo consiste en desarrollar y ejercitar la imaginación creadora, la cual se entiende por la capacidad de establecer nuevas relaciones entre hechos, o integrarlos de una manera distinta.
Esta es una técnica de grupo que parte del supuesto básico de que si se deja a las personas actuar en un clima totalmente informal y con absoluta libertad para expresar lo que se les ocurra existe la posibilidad de que, entre el abanico de cosas imposibles o descabelladas, aparezca una idea brillante que justifique todo lo demás. El torbellino de ideas tiene como función, precisamente, crear ese clima informal, permisivo al máximo, despreocupado, sin críticas y estimular el libre vuelo de la imaginación. ¡Hasta cierto punto!

El coordinador precisa el tema que va a tratarse, explica el procedimiento y las normas mínimas que han de seguirse dentro del clima informal básico. Puede designar a un secretario para registrar las ideas que se expongan.
En esta fase, las ideas que se expongan no deben ser censuradas ni criticadas directa o indirectamente. No se discute la factibilidad de las sugerencias. Debe evitarse todo tipo de manifestaciones que coarten o puedan inhibir la espontaneidad. Los miembros deben centrar su atención en el problema y no en las personas.

El coordinador sólo interviene si hay que distribuir la palabra entre varios que desean hablar a la vez, o bien si las intervenciones se apartan demasiado del tema central. A veces estimula a los más callados y se esfuerza por mantener una atmósfera propicia para la participación espontánea.
Terminado el plazo previsto para la “creación” de ideas se pasa a considerar, ahora con sentido crítico y en un plano de realidad, la viabilidad o practicidad de las propuestas más valiosas. Se analizan las ideas en un plano de posibilidades prácticas, de eficiencia, de acción concreta.

El coordinador del grupo, junto con los miembros, extrae las conclusiones y hace un resumen de las mismas.


¡REALIZA ESTA DINÁMICA DE GRUPO!









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